Estimados lectores de Biogenic nuestra nueva temporada es sobre genética humana. He titulado el artículo “Nuestros genes contra el racismo”, los invito a que desmitifiquen el color de la piel y las razas, y descubran que hace que tengamos diferentes colores de piel.
Para responder a estas preguntas tenemos que hablar un poco de evolución de los Homínidos (Familia Biológica: Hominidae, que agrupa grandes simios incluidos el hombre, orangután y gorila, entre otros). La pérdida de pelo en las especies de Homínidos está relacionada con la evolución del bipedalismo en humanos (pasar de apoyarse con manos y pies para movilizarse, a solo pies), y con una sequía extrema en el ambiente que forzó a los humanos a vivir en condiciones más áridas (Deng & Xu, 2018, Elias et al., 2010). Se considera que el pelo desapareció para permitir una mejor regulación del calor en el cuerpo por medio de glándulas de sudor (Elias et al., 2010, Jablonski, 2004). Al suceder esto, la piel humana fue expuesta a un exceso de radiación ultravioleta (Jablonski & Chaplin, 2010, Jablonski & Chaplin, 2017), lo que favoreció la producción de pigmentos (melanina) en la piel hace cerca de 1.2 millones de años. La melanina surgió con el fin de proteger la piel a la exposición de la luz solar (Jablonski & Chaplin, 2010). La pérdida de pelo, y aparición de glándulas de sudor y de pigmentos de melanina en la piel permitió a los humanos buscar comida por períodos de tiempo mas largos bajo temperaturas altas y sin daño cerebral debido a sobrecalentamiento. Lo que les dio una ventaja sobre otras especies de Homínidos (Jablonski, 2004).
Desde hace 1.2 millones de años y hasta hace menos de 100.000 años los humanos arcaicos incluyendo el Homo sapiens arcaico, tenían piel oscura. Sin embargo, cuando los humanos comenzaron a migrar de las latitudes ecuatoriales africanas hacia el norte (aprox. 6.500-4.000 años), ocurrió selección natural de los genes determinantes del color de piel. Esta selección de genotipos cambió la cantidad y tipo de melanina en las poblaciones de humanos, experimentando a su vez un cambio en el color de la piel de oscura a clara en zonas de Europa y Asia (McEvoy et al., 2006). La pérdida de color se dio como resultado de una menor intensidad del sol (rayos ultravioleta) debido a la localización geográfica (latitud) y probablemente también como resultado del uso de ropa para protegerse del clima frío (Deng & Xu, 2018, Jablonski, 2004, Jablonski & Chaplin, 2017). Puedes ver en la Figura 2 el modelo evolutivo de color de piel para tres poblaciones humanas: oeste de África, norte de Europa y este de Asia (McEvoy et al., 2006).
Estudios genéticos han encontrado que el color de piel en humanos esta determinado por al menos 15 genes (Deng & Xu, 2018). La combinación, presencia e interacción de estos genes determinan nuestro color de piel. Los mecanismos específicos de cómo estos genes interactúan hasta ahora comienzan a ser identificados (Deng & Xu, 2018). Por ejemplo, el color blanco de piel con pecas típico de personas pelirrojas, esta asociado con grandes cantidades de feomelanina (un tipo de melanina) y bajas cantidades de eumelanina (otro tipo de melanina). Y esto es producido por la pérdida de la función en los alelos de un solo gen llamado Melanocortin1 (Rees, 2000, Sturm et al., 1998). Los alelos son las formas alternativas de un gen, se diferencian en su secuencia de ADN y pueden producir características específicas, por ejemplo, cambio en el color de piel.

En vez de ver el color de piel de las personas como algo que debe ser clasificado y asociado a un contexto social, económico, cultural o de capacidad intelectual, deberíamos ver los colores de piel y nuestra caracterización social de razas como una respuesta a la diversidad de los climas de nuestro planeta a través de la evolución (Mira la figura 3). Porque la intensidad del sol no es igual en todas las regiones, y porque los humanos y nuestro color seguirá evolucionando y cambiando. Como todo en la vida, nada es estático, y es probable que generaciones a futuro no tengan ni el mismo color que los humanos de nuestras generaciones. Por lo que hacerse barreras mentales respecto al color de piel, es algo artificial que solo contribuye a la discriminación, por ejemplo, poblaciones que viven en el ecuador tienden a tener un color similar de piel debido a la cantidad de luz que se recibe en estas zonas del planeta. Sin embargo, las poblaciones en estás áreas no pertenecen a una sola raza. Por el contrario, pertenecen a una mezcla de diferentes poblaciones genéticas ancestrales, y bajo la definición social y antropológica de raza, probablemente a más de una raza (caucásico, negroide, mongoloide).
El color de ojos, estatura, masa muscular o cantidad de pelo son características que varían en cada población sin importar el color de piel o cultura. Todos sabemos que el color de ojos, como la estatura, o cantidad de pelo pueden ser diferente en nuestros hijos y nietos, y dependerá de la mezcla genética de los padres. Así como todas las poblaciones tienen variaciones en estas características físicas, todas las poblaciones pueden tener melanina de diferente tipo y en diferente cantidad, lo que da un color diferente a nuestra piel y permite la producción necesaria de vitamina D en nuestro cuerpo. Por tanto, la cantidad y tipo de melanina es importante para cada ser humano, así como lo son sus ojos o cantidad de pelo, sin importar de que color estos sean.